martes, 4 de mayo de 2010

Educomunicación social activa


Hace poco tuve el placer de disfrutar de varios de los trabajos de Claudio Zulián, un director en el que se cruzan la cinematografía más sesuda, el video-arte, la instalación y la etnografía. Dicho esto podría parecer que sus películas son tostones infumables, sin embargo poseen una poética, una coherencia y una extraña proximidad con sus personajes que las acercan a cualquier espectador inexperto.

Lo que me interesa destacar es su labor como educomunicador a través de la práctica. Si algo echo en falta en las teorías educomunicativas es una proposición práctica. Todo parecen ser buenas intenciones sin una concreción que aporte peso a la propuesta teórica.

Claudio Zulián lleva diez años trabajando en el barrio del Carmel, en Barcelona, para conseguir, según sus palabras, construir otro imaginario del barrio, diferente al que aportan los medios de comunicación basado en la violencia, el conflicto interracial o la pobreza. De esta manera, tanto con sus películas como con otros proyectos intenta que la gente del barrio se implique en la construcción de otras imágenes del barrio, una imagen construida desde el barrio y no desde los medios masivos.
Plantea la problemática de la imagen como reflejo, como forma de repensarse, de imaginarse, que los medios simplifican en busca de una inmediatez realista que poco tiene que ver con la realidad o la verdad de aquello que retratan.

Zulián hace partícipes del proceso de creación a los participantes del proyecto, en este caso vecinos del Carmel, graba el documental con ellos como protagonistas y finalmente se exhibe en algún lugar del barrio, o en varios ("A través del Carmel" se pudo ver durante 15 días en una instalación, en bares e incluso en las ventanas de algunas casas que proyectaban el televisor hacia la calle).